BLACK HOLE: Land of Mystery

Banda: Black Hole
País: Italia
Formato: vinil 12"
Impresos: funda interior con textos
Año: 1985
Compañía: City Recs
Edición: Edición original italiana
Serial: City C 1109
Canciones extra: No
Color de vinil: negro
Notas: Existe una edición muy limitada en color morado. Existen tres ediciones en CD oficiales con diferentes presentaciones y temas extras.


Banda: Black Hole
País: Italia
Formato: Doble vinil 12"
Impresos: No
Año: 2011
Compañía: High Roller Records
Edición: Reedición alemana
Serial: HRR 181
Canciones extra: Sí, tres temas de un demo
Color de vinil: Edición de 500 copias, negro(401 copias) y púrpura (99 copias).

Hay varios elementos que confluyen en este disco que lo hacen, especial: sus innegables influencias ocultistas y terroríficas, su originalidad musical y su rareza. Desde la entrada a uno le dan espasmos de miedo, pues el órgano, casi obligado para toda intro de aquel tiempo, tiene ese sonido vetusto y polvoso que le da esa cariz macabro. “Demoniac City” tiene un texto, como todas las otras canciones aquí, excepto la instrumental, vívidamente claro. Aquí no hay nombres impronunciables o rituales complejos, sólo historias de terror con su debida pizca de superstición pueblerina, tan clásica de Italia. Los elementos musicales dan también un aire, casi místico y ritualístico. Las voces cavernosas, el órgano, las campanas, todo eso se combina con el Metal clásico tipo BLACK SABBATH y ciertos elementos lejanos del progresivo italiano. Mencionar a GOBLIN no sería una tontería. “Land of mystery” trae todos eso elementos, con partes tan diferentes en la canción misma que podría dar la idea que son fragmentos de canciones diferentes unidas en una sola. El estilo también trae una inequívoca evocación de los italianos malditos DEATH SS, en sus primeros años, que también fueron los primeros años de BLACK HOLE. Nomás que éstos hacían canciones más complejas que los esbirros de Steve Sylvester. Hay ciertos elementos épicos lejanos que contribuyen a las canciones, sin embargo, el espanto es leiv motiv en este disco malsano en que ninguna canción está por debajo de los 6 minutos. La duración de las canciones da pauta a que el grupo se explaye al adornar las canciones, ya sea con un teclado o una voz de ultratumba. Tales elementos decorativos propios de una misa de difuntos aparecen constantes en “All my evil” y la torcida marcha funeraria “Bells of death”, cada una de casi 7 minutos de puro escalofrío y aire sofocante, como de cripta mohosa. Un riff casi idéntico a “Chains of death” de DEATH SS entra en “Blind men and occult forces”, nomás que la voz de Robert es más parsimoniosa, quizá monótona, semejando los sermones y las misas solemnes y anódinas. Por muchos motivos, BLACK HOLE podía ser clasificado como un grupo Doom, pues su Metal raido y lento, si acaso asfixiante, encaja en la definición del Doom Metal de a de veras y no gotiqueces. Algunos aires de improvisación les dan el notable sello de progresivo, sin llegar a serlo per se. También algunos visos filosóficos se cuelan entre los textos y lo macabro de los mismo, como por ejemplo con “Spectral World”. El susto final es “Obscurity in the ethereal house”, rola instrumental donde los músicos se desplayan más confianzudamente, pero sin atascar a la canción de elementos innecesarios, pues tampoco farolean tanto ya que no eran ningunos virtuoso en realidad. Sé que este disco es la total densidad y poco digerible, pero los que estén en busca de originalidad y de material de calidad, pueden esperar en BLACK HOLE el fin de una búsqueda larga, y si de pilón les gusta tener pesadillas, pónganse a oír este disco con audífonos puestos.