miércoles, 24 de junio de 2009

BATHORY: Bathory

Banda: Bathory
País: Suecia
Formato: vinil 12"
Impresos: Hoja de textos
Año: 1984
Compañía: Tyfoon
Edición: primera edición original sueca, cabra en color amarillo. Limitada a 1000 copias
Serial: 666-1
Canciones extra: No
Color de vinil: negro
Notas: Existe en edición estadounidense, canadiense, brasileña, foto disco pirata, reediciones oficiales en lp -viniles de color- y fotodisco (de mala calidad) así como cds.


SEGUNDA EDICIÓN

Formato: vinil 12"
Impresos: Hoja de textos
Año: 1984
Compañía: Tyfoon
Edición: segunda edición original sueca
Serial: 666-1
Canciones extra: No
Color de vinil: negro
Notas: Cabra color blanco
Edición Banzai Recs
Formato: vinil 12"
Impresos: No
Año: 1985?
Compañía: Banzai
Edición: Edición canadiense
Serial: BRC 1934
Canciones extra: No
Color de vinil: negro



Fotos de Edición Banzai amablemente proveídas por Daniel Dulude

El principio de la leyenda comenzó con este humilde esfuerzo. Todos lo que no saben más que ni madre, al día de hoy, claman unánimemente que este disco es un clon de VENOM. Yo me pregunto de dónde sacaron tal idea. Si bien es brutal, crudo y rápido, no suena pero para nada a cualquier cosa que VENOM haya hecho. BATHORY se valía por sí mismo para hacer su escándalo. Las similitudes existen, sin embargo no hay fusiles por ningún lado (si no, que me demuestren lo contrario). La kilométrica intro “Storm of damnation” (cuyo título no viene en la versión lp) lo hace sentir a uno como Dante mientras caminaba por el infierno acompañado de Virgilio. “Hades” abre con riffs rasposos y velocidad despampanante y demoledora, que se detiene de sopetón en momentos, y casi le quita el aliento a uno. La característica voz de Quorthon se oye igual que bestia buscando su presa a lo largo de todo el disco, pero al mismo tiempo le pone entonación musical para que no suene monótona y le añade un encanto mórbido . Para confirmarlo está “Reaper”, que baja levemente la velocidad en comparación a “Hades”, pero que no deja de agredirnos sónicamente, y ya para el final eleva la velocidad inicial. La macabra “Necromancy” que va a paso medio, como lo pide la atmósfera demoniaca de la canción, es todo un viaje de alucine en lo profundo del infierno y todos sus diablos. El entorno que crea la canción es estremecedor, y conste que no trae teclados ni voces góticas. Se cierra el lado A con una nueva versión de “Sacrifice”, que en comparación de la que salió en el “Scandinavian Metal Attack”, es más cruda y violenta, todo un festín de velocidad Black metalera, para quienes saben apreciar tal maraña de poder. La carnicería continúa en el lado B con la satánica “In conspiracy with satan”, rola que no muchos toman en cuanta como obra básica del buen black metalero, aunque lo es. La que si no tiene madre es la violentísima “Armageddon”, su brutalidad llega incluso a igualar a los maestros del genero SLAYER nomás que BATHORY era agresividad 100% en bruto. La eminente “Raise the dead” es un himno mortuorio que Quorthon lo hace muy vívido con las campanas infernales que usa de introducción, más la voz definitivamente de agonía que recita toda la canción, sin olvidar la guitarra que saca riffs puramente infernales. El disco termina con el Speed/Black Metal de “War”, otra rola que es veneno puro para cualquiera alérgico a los altos decibeles y la violencia musical. Tal vez este disco adolezca de una gran producción, pero precisamente en la forma en que fue grabado es lo que le da su encanto y perfil demoniaco, además, sería ridículo que a tanta agresividad se le pusiera una producción tipo glam. Si no lo tienes, no te puedes llamar satánico, menos metalero de los duros.

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